Las espondiloartropatías (o espondiloartritis) son un grupo de enfermedades reumáticas inflamatorias que afectan principalmente la columna vertebral y las articulaciones periféricas.
Las espondiloartropatías inflamatorias son un grupo de enfermedades autoinmunes crónicas que afectan principalmente la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas (en la cadera), aunque también pueden comprometer otras articulaciones, la piel, los ojos y el intestino.
El sistema inmune, en lugar de proteger al cuerpo, ataca por error sus propios tejidos, generando inflamación, dolor y, con el tiempo, limitaciones de movilidad.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat.
Dolor lumbar inflamatorio: empeora en la noche o con reposo, mejora con el movimiento.
Rigidez matutina: dificultad para moverse al levantarse, que mejora durante el día.
Dolor en glúteos o caderas: por inflamación de las articulaciones sacroilíacas.
Inflamación articular periférica: en rodillas, tobillos u hombros.
Entesitis: dolor en los puntos de inserción de tendones (ejemplo: talón).
Uveítis: inflamación ocular que produce enrojecimiento, dolor y visión borrosa.
Fatiga crónica: sensación persistente de cansancio.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.
Presencia del gen HLA-B27.
Ser hombre joven.
Antecedentes familiares con la enfermedad.
Tener psoriasis, enfermedad inflamatoria intestinal o infecciones previas.
Historia clínica y examen físico (dolor lumbar inflamatorio, rigidez).
Imagenología.
Laboratorios.
Fusión progresiva de la columna vertebral (pérdida de movilidad en espondilitis anquilosante).
Dolor crónico que interfiere con el sueño, la actividad física y el trabajo.
Compromiso ocular por uveítis recurrente.
Mayor riesgo cardiovascular asociado a la inflamación crónica.
Ansiedad o depresión derivadas de las limitaciones funcionales.
Controles periódicos para prevenir complicaciones.
Educación en autocuidado y acompañamiento emocional.
Terapias personalizadas para mantener movilidad y funcionalidad.
Reducir la inflamación, controlar los síntomas y prevenir la progresión de la enfermedad, para que puedas mantener una buena calidad de vida.
Un equipo multidisciplinario conformado por Reumatólogo y Médico General. Con un grupo de profesionales para dar seguimiento de la enfermedad que son: Psicólogos, Enfermeros, Nutricionistas, Fisioterapeutas y Químicos Farmacéuticos.