La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que provoca inflamación persistente en las articulaciones, causando dolor, rigidez e hinchazón.
Seguimiento
permanente
La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que provoca inflamación persistente en las articulaciones, causando dolor, rigidez e hinchazón.
Aunque suele iniciar en las articulaciones de manos y pies, también puede comprometer rodillas, codos, hombros y tobillos.
Sin un tratamiento oportuno puede ocasionar deformidades y limitaciones funcionales importantes. Además de las articulaciones, la AR puede afectar órganos como el corazón y pulmones, aumentando el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
Detectar la artritis reumatoide a tiempo ayuda a controlar la inflamación y prevenir daños articulares.
Combinamos medicamentos y terapia física para reducir el dolor y mejorar la movilidad.
Los síntomas de la Artritis Reumatoide pueden variar en intensidad y frecuencia, pero suelen presentarse de forma progresiva. Entre los más frecuentes se encuentran:
La aparición de la Artritis Reumatoide no tiene una única causa definida, pero existen diversos factores que aumentan la probabilidad de desarrollarla. Reconocerlos es clave para una detección temprana y un mejor manejo de la enfermedad.
(antecedentes familiares).
Ser mujer (es tres veces más frecuente que en hombres).
El consumo de cigarrillo incrementa el riesgo
Sobrepeso y estrés crónico.
Infecciones que pueden actuar como disparadores.
El diagnóstico de la Artritis Reumatoide se basa en una combinación de historia clínica, estudios físicos y pruebas complementarias
Control continuo
Dificultad para tareas manuales, escritura o estar de pie por mucho tiempo.
Limitaciones para abrir frascos, cocinar o vestirse.
Ansiedad y depresión asociadas al dolor crónico.
Deformidad articular irreversible.
Discapacidad progresiva (50% de los pacientes deja de trabajar a los 10 años del diagnóstico).
Compromiso de órganos vitales (corazón, pulmones, ojos).
Reducción de la expectativa de vida entre 10 y 15 años.
Controles periódicos para prevenir complicaciones.
Educación en autocuidado y acompañamiento emocional.
Terapias personalizadas para mantener movilidad y funcionalidad.
Lograr la remisión, es decir, vivir como si no tuvieras la enfermedad.
Un equipo multidisciplinario conformado por Reumatólogo y Médico General. Con un grupo de profesionales para dar seguimiento de la enfermedad que son: Psicólogos, Enfermeros, Nutricionistas, Fisioterapeutas y Químicos Farmacéuticos.